August 16, 2008

παράγραφος

Los límites no son estatutos establecidos por un "algo" o un "alguien", sino frustraciones reflejadas por la autoimposición, por esa abnegación a la que nos hace subsumirnos nuestro tiempo, no en el entendido decimonónico y bizantino de la ira reprimida y la desavenencia al sistema, más bien, en la lógica de que es un deje de estupidez y melancolía de una modernidad tardía o prematura quizás. Siempre se escuchan voces quejumbrosas que pretenden destrozar aquella torre de Babel, erigida sin saberlo, es sus propios prejuicios y creencias, y si fuesen aún más perspicaces y hábiles sabrían que al caer ese tótem lo harían junto con él, pues el artificio más sencillo para disipar una muralla que perdura, no es un ataque furtivo y persistente desde fuera, sino un ataque sutil y constante desde dentro, a través de sus propios pilares; es aún menos complejo implantar un virus que carcoma y rescinda de dentro hacia fuera, al igual que como se termina con el espíritu y la libertad del hombre que provocar un colapso con falsos intentos que plasman una compasión y consideraciones que serán devueltas con un golpe en la cara o con la muerte de la esperanza, para los que todavía la conserven. Tan sencillo como un dogma de entender, no es necesario explicar que cada círculo se complementa en el avatar de la decadencia que buscamos dejar atrás sin tener que cruzar por ella.