January 23, 2008

Diálogo III

[La podredumbre: clave escatológica imprescindible para comprender la posmodernidad.]


Alucard: Para que seguimos discutiendo, si seguimos hundidos en una recesión oscura y a la vez confusa, o es que, tratamos de opacar lo que nos desagrada, produciendo ese malestar general y apodíctico.

De-scartes: Seguimos discutiendo porque, en el fondo, somos tanto o más deleznables que ellos; discutimos con nuestra imagen que se refleja en un estanquillo de agua inmunda, llena de gusanos y malaria. Y es eso justamente, la malaria intelectual, ese gustillo malsano y escatológico de vernos y decirnos a nosotros mismos, realmente decirnos: "Dios, ¡pero que feo eres, y además imbécil!"

Alucard: Imbécil, es un vocablo inmemorial, pero más trascendente que aquél insigne que lo porta con orgullo; y levanta la cara, mira alrededor y se ve en la nada, aunque los lirios de esa putrefacta agua siempre sobresalen como reminiscencias de ese virus, tan perfecto que sabe regenerar lo que ya está podrido.

De-scartes: Pero recordemos que, aunque lo podrido se regenera y da lugar a nuevas (y más nobles) formas de vida, estas también han de perecer y podrirse. Y no es sólo que se pudran, pues hay cosas podridas muy buenas, como los quesos franceses; más bien es esa maldita forma mohosa que avanza y corrompe no sólo la materia, sino todo lo que la rodea, despidiendo su fétido y dulzón perfume enfermizo.
Y lo que me resulta todavía más curioso es que, entre más años pasan en ese infinito tic-tac que marca nuestra estancia en este mundo, no sólo es mi cuerpo el que se va descomponiendo poco a poco, cruel tortura, sino que mi mente, mi espíritu inmortal, mis sueños y esperanzas se van desmoronando, se me caen como a un leproso. Y ¿Qué es la lepra? ¿Otra enfermedad de lo podrido?

Alucard: La lepra, es tan sólo un salpullido, una pequeña erupción, a la par, a la diestra de la tortura de padecer el gran engaño de pensar que el resto no conoce nada, cunado el verdadero temor de cada uno es volverse idiota a los ojos del resto; "no es que el resto adquiera más conocimiento, sino que tú te vuelves más idiota". Comparando la misericordia y la tortura de esa peste, ambas conllevan a eso que suelen llamar agonía. La primera es trabajosa y fastidiosa y lleva a la decadencia; la segunda, la peste siempre nos recuerda con su particular aroma, que en algún momento seremos un miserable cúmulo de polvo que será barrido por el curso de la historia o su culmen.

De-scartes: Aunque, en estricta clave biológica, lo único que ha de terminarnos, de encadenarnos ha de ser el fin de la historia, pues nuestro paso por este mundo inevitablemente habrá de devenir en nuestra materia podrida: cadáver, bacterias, gusanos, inmundicie, quesos franceses: todo terminará pútrido y del moho brotarán más hongos.

6 Comments:

Blogger Warren/Literófilo said...

ah no sabía que estabas escribiendo cosas por pasajes, pronto te leeré toda, ¿acaso te has olvidado de mi blog hombre? Un abrazo.

7:27 PM  
Blogger Juan Manuel Escamilla said...

Sí. Esta conversación tiene tanta categoría como las reuniones de mis amigos decadentes todos los viernes. De hecho, hasta creo que la plagiaron de ahí.
Y yo que creía que sólo José (burra de Balam) y yo conversábamos así...

¿Cuándo vamos a Somelier?

12:17 PM  
Blogger Sandra Figueroa said...

Lo cierto es que moriremos y despues ya no sabremos que pasara. Buen texto. Saludos.

11:28 PM  
Blogger Nadia said...

ANDALE TE MANDO MUCHOS SALUDITOS KE TENGAS BUEN DIA!!!! :D es de humanos reconocer los errores ke komentemos :D

4:32 PM  
Blogger eclipse de luna said...

Bonitas palabras como siempre nos tienes acostumbrados.
Un besito y una estrella.
Mar

9:06 AM  
Blogger Naxcam said...

oye alucard tu que carrera estudias?

7:50 AM  

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