May 07, 2007

Dulce Soledad

Sólo y en las frías sombras de mis pensamientos voy entretejiendo mis lamentos. Me doy cuenta que he estado bajo los perfumes de la desesperación, sólo percibía los aromas de eso que llaman dejación. Pero aquello no encuentra su razón en los vastos rincones de mi ser. Aunque tal vez, en lo más recóndito de aquellos rincones, se esconda el deseo, el anhelo de acariciar las delicias de la soledad. Solo, solo estoy, pero ahora me doy cuenta que el mayor placer de la soledad, no es otro que estar con la persona más importante de todas. Uno mismo.

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