March 23, 2008

Desliz matutino

Todos somos culpables hasta que
se demuestre lo contrario.

Ingratitud, no hay más. ¿Por qué debemos de solapar el desencanto con el mundo con una sonrisa falsa? Qué hay detrás de un embustero; nada absolutamente nada, pues todos lo somos, jamás mostramos la misma cara, y es que eso es imposible, ni un sólo momento somos los mismos, cambiamos, mutamos en una figura kafkiana que nos devela ante nosotros, nos coloca en un experimento incómodo llamado coexistencia, tal vez estamos configurados para la sociedad, pero esta no lo está para nosotros, o simplemente es demasiado difícil tratar de sobrellevar algo que nunca hemos aceptado, sino como una condición fatal, inexorable para sobrevivir, y con el tiempo parásito que hemos de padecer, o viceversa. Ahora me pregunto, qué fin persigo, cuál es mi afán por desdeñar al hombre, por demeritar al resto, al final son ideas vagas en las que sólo yo tengo ferviente creencia, pero son ideas y nada más, siempre habré de despertar y me estrellaré de frente contra la realidad que existe, aunque yo me niegue a aceptarla.

March 16, 2008

Soberbia

La soberbia es fruto de la propia autosugestión, pero también es una excelente compañera de los grandes genios. Siempre se ha negado o no se ha querido observar, pero la magnificencia y la grandeza de esas mentes trastornadas y perturbadas que innovaron en su momento, son el reflejo incandescente y voraz de su soberbia; no bajo esa perspectiva trillada y retorcida de superioridad, sino de sobrevenir y de ir más allá de la mediocre cotidianidad; impulso y fuente de agonía, motivo de desprecio, vorágine de enigmas, paradigma de la entelequia anodina de los demás, culmen del genio envuelto en incertidumbre. Desde los recuerdos del tiempo ha prevalecido ese despecho hacia la superioridad que nos ha traído como un capricho a este campo experimental llamado vida, a tal grado inhuma, que se ha pretendido que aquellos cuerpos libres pero finitos, conciban, proyecten en su espera, la grandiosidad, la libertad absoluta a través de la eternidad, y no es posible negar que siempre impulsados por la soberbia, a pesar de que se han hecho a sí mismos sumisos y fervientes seguidores de una redención que niegan, tratando de subsistir más allá de su fin, en los marcos de la historia, y he aquí donde radica la confusión, el misterio, la perplejidad de no comprender que la ingenuidad, nunca es precursora de la soberbia, sino su acérrima contraparte, hija dilecta de la esperanza.

March 09, 2008

Resurrección del mal

Me traicione al dejarme caer en ese vaivén de placer y de reproche existencial, me he denigrado a tal grado que siquiera la miserable resignación podrá carcomer el desprecio que ahora siento por mí; desdén que ahora deberé enfrentar, devenir que aconteció, tardío, sí, puede ser, pero al final me cobijo y me atrajo hasta que por fin caí derrotado ante mi propia estupidez, me embriague y he dado por sentado que no soy aquél que pensaba que era, comprobé que siempre terminamos siendo lo que más despreciamos, y que para mi mal sana fortuna, yo no soy sino una reminiscencia de lo que pensaba que era. Ahora suscribo ese acontecer, y me hago a los reclamos que provienen de mi pecho, a las burlas que profiere sobre mí, mi soberbia, y finalmente me revolcaré en el desprecio que siento por haber perecido en una circunstancia que me hizo realizar mi peor desgracia, deshonra es lo único que ahora me rodea, los demás me apoyarán y podrán comprender, pero yo jamás perdonaré mi estupidez y mi aberración, digna de la peor de las escorias y gratificación del más vil.